La importancia de un respaldo en el arrendamiento: Evita riesgos y asegura tus pagos

La importancia de un respaldo en el arrendamiento: Evita riesgos y asegura tus pagos

Para responder esta pregunta debemos sopesar varios aspectos.

Una realidad que no tiene discusión es que todo contrato de arrendamiento tiene riesgos implícitos para el arrendador. A pesar de que el posible arrendatario te presente estudios previos al contrato de arrendamiento con los cuales te demuestre su solvencia, siempre estarás expuesto a eventuales incumplimientos por demoras en el pago mensual.

Por esta razón, y en busca de garantías, los contratos de arrendamiento se deben suscribir con un arrendatario, uno o varios coarrendatarios y/o un codeudor. Esto nos ayuda a salvaguardar las obligaciones incorporadas en el contrato de arrendamiento porque al momento de exigirlas, cuando haya incumplimiento en lo pactado, se podrá ejecutar no solamente al arrendatario, sino también a las demás personas que responden solidariamente por él.

Sin embargo, el arrendador, bien sea propietario o inmobiliaria, deberá iniciar las acciones legales correspondientes, asumiendo todos los costos que esto acarrea, incluyendo los honorarios de abogados. Se debe tener en cuenta, además, que empezar un proceso ejecutivo tiene costos en dinero y en tiempo. De hecho, un juez se puede demorar de uno a dos años para decretar a favor del arrendatario, ya sea el pago de la obligación o un embargo. Y cuando esto suceda, no hay garantía de que el demandado tenga liquidez o bienes de los cuales te puedas cobrar.

Sin duda, que el contrato de arrendamiento se suscriba con un deudor solidario no evitará el desgaste económico y la pérdida de tiempo cuando surjan retrasos en el pago de cánones de arrendamiento establecidos en el contrato. Para ir un paso más allá ante el riesgo de no pago por parte de tu arrendatario y evitarte esos contratiempos, lo ideal es que los contratos de arrendamiento tengan el respaldo de una fianza. De esta manera, sin importar si el arrendatario te paga o no, recibirás el canon de arrendamiento mes a mes; no tendrás que preocuparte por iniciar una gestión de cobro o, incluso, por contratar abogados para adelantar procesos de restitución o ejecutivos.

¡Definitivamente, no es buena idea tener un contrato de arrendamiento sin fianza!

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